No entiendo a la gente que dice que no soporta a los yayos cuando yo me los comería a besos a todos.
Y es que llevo unos días que los miro y veo que se duermen de aburrimiento cuando no les hablamos y se pueden pasar la tarde entera mirando las musarañas sin hacer absolutamente nada.
Así que llevo unas semanas que no paro de darles tema, aunque digan cosas incoherentes y al final crea que empiezo a volverme majareta yo también por seguirles la «conversación», pero así nos entretenemos todos, y nos reímos, sobretodo nos reímos.
Y aprovechando que me encantan los mimos (se podrían pasar el día sobandome y yo encantada de la vida) y viendo que mis queridos abueletes no se mueven y se aburren, pues les tiendo el brazo para que me hagan «cosquillitas» diciéndoles que me duele mucho. Y oye, no me veas como se esmeran en darme un masaje en el brazo, hasta en los espacios interdigitales, son una pasada! Dentro de un tiempo me los veré con más flexibilidad y todo xD
Esta fotografía la tomé con la cámara del móvil mientras una abuelita de 90 años se entretenía calmando mis supuestos dolores, lástima que no pueda divulgar fotos porque tendríais que ver la cara de esmero y de felicidad que tenía :D! Y encima de tanto en tanto me preguntaba: «¿notas mejora?, ¿se te ha calmado ya?».
Y no, no os penséis que abuso de ellos, pobrecitos, que entretanto les toco el pelo, les hablo, les cuento cositas,…:)!
¡Si es que me los quiero un montón!